TARTA FONDANT PINTADA A MANO

He aprendido a acariciar el agua, tiendo mi mano sobre su
superficie y la rozo, adoro su tacto; miles de gotas se unen sobre mis manos y
resbalan por mis dedos. Me oculto dentro de un mar silencioso, que seduce con el
leve y delicado vaivén de sus olas. Percibo mi respiración, es profunda, sola,
pura,… Me dejo flotar, sin ejercer ninguna fuerza para mantenerme totalmente
tendida sobre la cama de agua salada. Me sumerjo y oigo una voz en mis
pensamientos, va acompañada del sonido de las burbujas, de la arena moviéndose
bajo mis pies y de pequeñas corrientes que, sin pedir permiso, rompen la
monotonía del lugar. Hoy este paisaje ha venido a verme, lo veo con los ojos
cerrados, lo siento como si estuviera vivo, no puedo hacer nada para evitar que
aparezca y no le cierro la puerta, lo dejo pasar, entrar en mi cabecita, vivirlo
de cerca.

Hace ya un tiempo, no recuerdo exactamente cuánto (tengo muy mala memoria para estas cosas), conocí a una persona muy especial para mí. Una mujer de ojos vivos, grandes, expresivos.

Es muy generosa, muy detallista, amiga de sus amigos, transmite algo que la hace diferente.
Tiene un corazón que no le cabe en el pecho y puedo decir con mayúsculas que ME ENORGULLEZCO DE SER SU AMIGA.

Sabe recibir pero también da muchísimo, yo me llevo de ella momentos muy bonitos, como el día de su boda; momentos divertidos, como alguna fiesta que hemos compartido; momentos de sinceridad, de expresar, de explicarnos las vidas, de comprendernos y escucharnos, de reír, de llorar,...

Alguien me dio la idea de hacerle la tarta de cumpleaños, no dudé ni un momento en hacerla, un regalo hecho con cariño siempre es la mejor elección.

Su color favorito es el naranja, eso lo tenía claro,... y hace tiempo recuerdo que comentábamos la idea de hacer una tarta pintada a mano, no vi mejor ocasión para lanzarme a hacerla.

Espero que te haya gustado, muchas gracias por todo, no sabes cuánto me alegro de que hayas entrado en mi vida, espero que nuestra amistad dure muchísimos años más.

Te quiero mucho Rebeca!!!

La trata es un bizcocho de buttermilk, otro de yougur de plátano, los dos con esencia de vainilla, bañados con almíbar de vainilla y rellenos de ganaché de chocolate con leche.