
¡¡QUIERO AGRADECEROS VUESTRAS PALABRAS, HAN SIDO UN REGALO PARA MÍ!!
Una noche, paseando por las calles de mi ciudad, pude ver una estrella que no brillaba mucho, no tenía nada especial, era una simple estrella que estaba allí, expectante, como esperando que alguien se fijara en ella. Estaba sola, nadie la acompañaba, tan sólo algunas nubes débiles que parecían moverse a cámara lenta.
Quizá por ser como era, pasaba desapercibida, para nadie parecía ser importante, pero mis ojos dieron con ella, la observé con la mirada fija, concentrada en ese puntito insípido.
Pensé qué podía hacer por ella y decidí regalarle mi tiempo, lo tomó.
Le regalé también una sonrisa y me la devolvió.
Se sintió plena, no necesitaba nada más, de pronto se veía la más bella de las estrellas y empezó a brillar como nunca lo había hecho, ella era el reflejo de lo más bonito, era la máxima expresión de su ser y a la vez, esa luz prendaba y dejaba enmudecido a todo el que la miraba.
Qué bonito es dar, qué bonito es regalar luz a la sombra.
Y colorín, colorado ...
Y ahí va una receta más o menos fácil y rápida en su preparación, aunque necesita varias horas de refrigeración.
INGREDIENTES (para una tarta grande 14/16 pers.):
Para la base:
- 1 y 1/2 rulo de galletas María.
- 120 g. de mantequilla (la pude a ojo, así que si queréis poner esta cantidad y luego le vais añadiendo más si hace falta, tiene que quedar una base que no se quiebre y que no sea demasiado grasienta.).
Para el relleno:
- 500 ml. de nata para montar
- 2 cucharadas soperas de queso Philadelphia
- 2 sobres de gelatina de fresa
- 350 ml. de agua
- 1/2 de lata pequeña de leche condensada
Para la cobertura:
- 1 Bote de mermelada de fresas grande
- 4 Cucharadas de postre de gelatina neutra en polvo
- 200 ml. de agua
para la decoración:
- Lápiz pastelero de vainilla
- Tira de acetato
- Lazo
PREPARACIÓN:
1. Poner la gelatina de fresa en un cuenco grande y añadirle 350 ml. de agua hirviendo, remover hasta que se haya disuelto.
2. Añadir la media lata de leche condensada, remover y dejar enfriar del todo.
3. Montar la nata con el queso Philadelphia y añadirla poco a poco al cuenco de la gelatina, remover con movimientos envolventes para que no se nos desmonte mucho.
4. Dejar reposar en la nevera un mínimo de 3 horas.
5. Poner las cucharadas de gelatina neutra en un bowl.
6. Añadirle los 200 ml. de agua (no caliente) y remover hasta que se disuelva.
7. Calentar la mermelada en un cazo y volcarla poco a poco a la gelatina neutra sin parar de remover.
8. Decorar con el lápiz pastelero una vez esté fría la cobertura (no cuajada).
9. Dejar reposar en la nevera hasta que cuaje del todo.
10. Envolver el lateral con una tira de acetato y terminar poniéndole un lazo, aunque sin él también queda muy bonita.
Yo lo preparé de un día para otro.
¡Espero que os guste!