- 1 lámina de masa sablé.
- 3 boniatos (más bien pequeños)
- 200 ml. de nata para montar
- 3 cucharadas soperas de azúcar glas
- 1 1/2 vaso de chupito de licor de almendras
- Pistachos tostados sin sal para decorar
- Azúcar para quemar con un soplete
PREPARACIÓN:
LOS INGREDIENTES PUEDEN VARIAR SEGÚN EL PESO DE LOS BONIATOS, YO COMETÍ EL ERROR DE NO PESARLOS, PERO LA TEXTURA DEBE QUEDAR UN POCO ESPESA, PARA QUE CUANDO LA TARTA SE CORTE NO SE DERRAME POR LOS LADOS.
1. Asar los boniatos al horno y dejarlos enfriar y reservar en la nevera.
2. Forrar un molde de silicona con la masa sablé (yo la compré fresca), pincharla varias veces por la base y los laterales con un tenedor, forrarla con papel de aluminio presionando un poco para que los laterales no se bajen, hornearla según las instrucciones del fabricante, yo la puse 12 min. a 200º y luego la dejé 5 min. más sin el papel de aluminio. Dejar enfriar.
3. Mezclar con la batidora a baja potencia los boniatos con el licor, luego con la nata (no la pongáis toda de golpe, no vaya a ser que os quede muy líquido, id probando hasta que encontréis la textura que os he comentado antes) y por último el azúcar glas.
4. Pelar los pistachos y picar unos cuántos, dejad otros partidos por la mitad.
5. Desmoldar la masa sablé y rellenarla con la crema de boniato, con la ayuda del anverso de una cuchara sopera, presionar ligeramente la superficie para marcarla y que quede con picos.
6. Espolvorear con azúcar y quemar con el soplete.
7. Decorar con los pistachos.