


Quién sabe si alguien leerá estas líneas, si alguien querrá saber algo más sobre mí. Tengo una caja llena de recuerdos, de objetos antiguos sin ningún valor material,una caja llena de ideas, de sueños cumplidos, de deseos, de anhelos pasados, una caja pequeña a la que casi nunca presto mucha atención pero que sé que está conmigo. Ahí hay una parte de mí que no puede ser dañada, que ya ha pasado y que no se puede borrar. En estas palabras dejo entrever algo que forma parte de mi pequeño mundo, de mi presente, de lo que siento y vivo. Y lo comparto a medias porque soy reservada, pero tú miras por la cerradura de la puerta para acercarte un poquito y te lo agradezco con toda mi alma.
Un Bob Esponja más... es el segundo que hago.